Modelo ONU en el colegio
El 25 de septiembre se realizó el primer Modelo de las Naciones Unidas en el Instituto Evangélico Americano, donde los chicos de primero a cuarto año fueron los protagonistas. Por Camila Onis, Manuela Mirabete, Agustín Pilotto – 5º B COM
El pasado 25 de septiembre, el IEA llevó a cabo su primer Modelo de las Naciones Unidas, evento en el que la institución se desempeñó como anfitriona. La actividad se realizó en el patio del colegio bajo la dirección y coordinación del profesor de Geografía de la institución, Diego Berro. La organización estuvo a cargo de los alumnos de 5º año, quienes cumplieron los roles de presidencia y ujieres, mientras que los estudiantes de 1º a 4º participaron como delegaciones y representantes en el debate.
Esta iniciativa surgió tras la participación de sus estudiantes en modelos organizados por otras instituciones. La propuesta nació como una forma de brindar a los alumnos un espacio propio donde pudieran vivir la experiencia de representar a distintos países y debatir temas globales. El proyecto comenzó a gestarse en marzo, con el apoyo de directivos, docentes y alumnos que trabajaron en conjunto para darle forma a este nuevo desafío.
La organización del evento contó con la colaboración de los departamentos de Sociales e Inglés. Según los organizadores, la idea inicial fue realizar un modelo interno entre delegaciones del colegio, con la intención de abrirlo a otras escuelas de la zona en el futuro. Esta primera edición permitió evaluar el funcionamiento de la infraestructura y la logística necesaria para el desarrollo de futuras ediciones más amplias.
¿Qué es el Modelo ONU?
Uno de los principales objetivos del proyecto fue ofrecer a los estudiantes una experiencia significativa que complementara su formación académica. Más allá de los conocimientos teóricos, el Modelo ONU buscó fomentar habilidades prácticas, como la oratoria, el pensamiento crítico y la capacidad de trabajar en equipo. Los docentes remarcaron la importancia de que los alumnos aprendan a aplicar los saberes adquiridos en la escuela a situaciones reales, reflexionando sobre la información y tomando decisiones fundamentadas.
Durante el evento, la participación de los estudiantes fue variada. Algunas delegaciones demostraron un alto nivel de compromiso y preparación, mientras que otras tuvieron un desempeño más irregular. Pese a estas diferencias, la presidencia y gran parte del equipo organizador se destacaron por su responsabilidad y entusiasmo. Los profesores destacaron que, aunque hubo pequeños inconvenientes técnicos, como problemas de sonido o de conectividad, todos fueron tomados como aprendizajes para mejorar en futuras ediciones.
Entre los desafíos más importantes se encontraron la convocatoria y la preparación previa de los participantes. Al ser una actividad optativa, al principio hubo pocas delegaciones inscriptas, aunque con el paso del tiempo más estudiantes se sumaron al proyecto. También se trabajó en la selección de los temas a tratar, que surgieron del comité organizador. Finalmente, se eligió el medio ambiente y la conservación de la biósfera como eje central, un tema que ya venía siendo abordado por el comité ambiental de la institución.
Modelo ONU y proyección
Los resultados superaron las expectativas iniciales. Los organizadores consideraron que el modelo fue “una primera prueba de fuego” que se superó con éxito, alcanzando los objetivos planteados. Además, destacaron la predisposición y el esfuerzo de los alumnos involucrados, quienes lograron sacar adelante el proyecto con compromiso y dedicación. La experiencia también permitió identificar aspectos a mejorar, como la capacitación de los delegados y la coordinación logística.
El impacto del Modelo ONU en la comunidad educativa fue muy positivo. Los estudiantes expresaron haber disfrutado la experiencia y manifestaron su interés en participar nuevamente. Muchos reconocieron que, aunque no se habían preparado lo suficiente, aprendieron la importancia del compromiso y del trabajo colaborativo. La mayoría coincidió en que este tipo de actividades les permite adquirir herramientas útiles para su vida académica y profesional.
Desde el colegio, aseguraron que planean continuar con esta propuesta en los próximos años, con la intención de fortalecer el vínculo entre las escuelas de la zona y mantener una agenda ONU activa durante todo el Ciclo Lectivo. Con esta primera edición, el IEA dio un paso importante hacia la formación integral de sus estudiantes, combinando aprendizaje, cooperación y reflexión sobre los desafíos globales del presente.
Entre los muchos roles que tuvieron los alumnos que participaron en el proyecto estaba el rol de presidente, donde varios estudiantes que habían participado anteriormente en el modelo ONU cambiaban de papel de representar a un país a tener que dirigir las interacciones entre estos y a encargarse en una mayor parte de la producción del proyecto.
A los alumnos que tenían el rol de presidente se les hicieron entrevistas acerca del proyecto y su opinión de este y cómo se llevó adelante. Se les consultó acerca de su desempeño en el Modelo, donde la mayoría concordó con haber estado bastante conformes del resultado, aunque con algunas excepciones que mostraron también el deseo de mejorar en diversos aspectos.
Los alumnos que formaron parte del Modelo de Naciones Unidas destacaron la experiencia como una oportunidad valiosa para aprender y poner en práctica habilidades de organización y comunicación. Desde la delegación de Rusia, el embajador señaló que la actividad fue exigente, especialmente por la cantidad de información que debieron procesar para tratar el tópico del cambio climático. A pesar de algunas dificultades de convivencia dentro de su grupo, valoró la seriedad con la que se llevó a cabo el modelo y reconoció que la experiencia le permitió mejorar su capacidad para organizarse y trabajar bajo presión.
Por su parte, el embajador de la delegación de India compartió que el proyecto le resultó una experiencia enriquecedora, en la que pudo conocer nuevas personas y trabajar en conjunto hacia un objetivo común. Gracias a su participación previa en otro modelo ONU, se sintió más seguro al momento de debatir y negociar con las demás delegaciones. Recordó como uno de los momentos más significativos la creación del grupo BRICS y el trabajo conjunto que implicó llegar a una resolución.
La delegación de Turquía, integrada por su embajadora y una de las delegadas, coincidieron en que la experiencia fue divertida y bien organizada, con un equilibrio adecuado entre el orden y la flexibilidad. Aunque mencionaron algunos problemas técnicos con los micrófonos, valoraron la dinámica general del evento y la posibilidad de profundizar en temas ambientales, como la pérdida de la flora y la fauna, no solo en su país asignado sino también en el resto de las naciones representadas.
El proyecto permitió ampliar conocimientos y expresarse con más seguridad frente al público. “Esa búsqueda te abre la cabeza y te ayuda a conocer cosas que capaz uno no busca en su casa”, comentó la embajadora de Turquía, destacando el valor de investigar y aprender sobre otras realidades. Coincidieron en que el modelo es una propuesta ideal para alumnos de cursos superiores, ya que fomenta la formalidad y la competencia. Ambas afirmaron que volverían a participar en futuras ediciones por el aprendizaje y el disfrute que les dejó la experiencia. El Modelo ONU tuvo su primera experiencia en el IEA dejando una sensación positiva, con algunos aspectos para seguir fortaleciendo, pero con la convicción de saber que esta iniciativa implica una experiencia trascendental e inolvidable para cualquier estudiante que participe.
Por Camila Onis, Manuela Mirabete, Agustín Pilotto – 5º B COM



