Reuniones de padres para estar bien conectados

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Al final del bimestre, la institución ofreció un espacio para compartir reflexiones sobre el progreso de los estudiantes y fortalecer los vínculos entre la escuela y las familias.

Al final del bimestre, la institución ofreció un espacio para compartir reflexiones sobre el progreso de los estudiantes y fortalecer los vínculos entre la escuela y las familias.

Al cierre del primer bimestre, los docentes y autoridades del Instituto Evangélico Americano organizaron reuniones de padres en todo el Nivel Secundario. Estos encuentros se llevaron a cabo de forma virtual, debido a los cortes de electricidad acontecidos durante esas semanas, y fueron dirigidas por los tutores (profesores consejeros) de cada curso. La Rectora Silvina Di Lonardi explicó que el propósito de estos encuentros es hablar sobre el progreso de los alumnos, compartir la dinámica del aula y fortalecer el vínculo entre la escuela y el hogar. “Compartimos nuestras inquietudes, reforzamos lo que valoramos y también escuchamos cómo las familias experimentan el recorrido educativo de sus hijos desde casa», agregó.

No se trata de simples sesiones informativas, sino que sirven como una gran oportunidad para reforzar el compromiso de la escuela con los familiares para el desarrollo académico y personal de los alumnos. La rectora resaltó que estas reuniones no buscan soluciones instantáneas ya que el aprendizaje es un proceso largo que se desarrolla lentamente y a menudo requiere paciencia. «Recibimos a los estudiantes a los 13 años y los acompañamos hasta los 17 o 18. Suceden muchas cosas dentro de cinco años, y no todo florece durante ese tiempo. A veces, sembramos las semillas, pero no vemos la cosecha», reflexionó.

El Profesor Sebastián Canteros, tutor de 5º año añadió que, para él, la clave reside en ayudar a los estudiantes a desarrollar autonomía y flexibilidad, incluso cuando eso implique permitirles enfrentar la incomodidad. Al respecto argumentó: «hay que entender que las cosas no siempre tienen soluciones inmediatas y puede que no veamos el logro de lo que hacemos, pero nuestra responsabilidad es actuar con claridad y honestidad, sujetarnos a nuestros valores. Lo importante es que los estudiantes se vayan con herramientas para la vida».

Tanto Silvina como Sebastián coinciden en que el enfoque ha cambiado, pasando de los logros académicos al desarrollo de habilidades esenciales para la vida. En la sociedad actual, que cambia rápidamente, el contenido se vuelve viejo de inmediato y el conocimiento ya no es lo que distingue a las personas, son las habilidades de comunicación, adaptabilidad y compromiso. Asimismo el profesor hizo referencia al concepto de Bauman de la sociedad líquida: “Ahora todo es más rápido. En ese entorno, la flexibilidad es clave”. Esta perspectiva es especialmente relevante al hablar de las frustraciones, experiencias que, según el docente, son esenciales para el crecimiento, pero cada vez se evitan más. “Los padres a menudo intentan proteger a sus hijos de toda forma de incomodidad, pero en realidad, esas pequeñas cosas son las que forman el carácter y la autonomía. Si un estudiante olvida algo, no hay que traérselo a la escuela sino dejarlo soportar las consecuencias. Así es como crece la responsabilidad”.

La Rectora del Nivel también afirmó que muchas familias valoran estos espacios de encuentro y agradecen que se les ayude a comprender cómo son sus hijos en la escuela. También señaló cómo las reuniones han cambiado con el tiempo: de monólogos unilaterales a conversaciones genuinas. «Antes, la escuela hablaba y la gente escuchaba. Ahora, es una vía de doble sentido y ese diálogo es esencial». Un aspecto importante de las reuniones consiste en destacar lo que va bien y ayudar a las familias a celebrar los pequeños logros. «Es tan importante que sepan qué funciona y qué no», dijo Silvina.

A lo largo de las charlas se reforzó un mensaje claro: el rol de la escuela no es solo dar contenidos sino preparar a los estudiantes para la vida. Sebastián dijo: “Muchas veces como profesionales, no aplicamos todo lo que aprendimos en la escuela. El verdadero valor reside en aprender a aprender, a pensar y a ser responsables”.

Por Iara Vulgaris, Melisa Jong, Paz Sandoval

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